DE TODO CORAZÓN

Hay momentos que son inolvidables , momentos divertidos, irrepetibles e inigualables, bien pues todos estos momentos son los que pasamos en el grupo del club de lectura, hoy me ha tocado el club del insti y lo mejor es que siempre son momentos positivos , todas aprendemos algo no solo a nivel educativo sino personal, y es una buena tarde de terapia. Y entre risa y risa vamos comentando pelís, libros y vivencias, nos lo pasamos ¡bomba!.
Como hacía ya un tiempo que no nos reuníamos he querido acompañar el cafetito con unas pastas, (justo las que me quedé con ganas de hacer la semana pasada por falta de un ingrediente), total que mis chicas han ayudado a que la bandeja se quedase prácticamente vacía, lo cual es señal de que les han gustado.
Paso a daros la receta.
Vamos a necesitar: 350grs. de harina, 1 cucharada de levadura, 70grs. de azúcar, 1 sobre de azúcar vainillado, 1 huevo, ralladura de limón, el jugo de 1/2 limón, 60ml. de leche, 75 ml. de aceite y 250grs. de requesón.

Como prepararlas: Escurrimos el requesón,  y ponemos todos los demás ingredientes en un bol, vamos amasando, al principio con ayuda de unas varillas o cuchara, y después con la mano. Trabajamos sobre la mesa algo enharinada cuando veamos que tenemos una masa que no se pega en las manos, igual es preciso que añadáis algo más de harina, pero no mucha para que no se endurezca en exceso.
Extendemos la masa con un rodillo y vamos haciendo cortando con un corta-pastas dando la forma que queramos, yo terminé utilizando un vaso mediano, de los de vino y para las del agujero un bote de especias ,vacío, claro, sí, sí, habéis leído bien, de los de Carmencita, jajajaj, era el que más me gustaba por tamaño.
Mientras estamos amasando ponemos el horno a precalentar, y luego solo queda colocar sobre la bandeja papel de hornear y las pastas, en unos 10 minutos están hechas, queda solo rellenar al gusto, en mi caso lo hice con tres mermeladas diferentes, de naranja amarga, melocotón y fresa, colocar encima la que tiene el agujero y espolvorear con una mezcla de azúcar glass y azúcar vainillado, volver a meter al horno unos minutillos, 5 como mucho, y sacar, volver a espolvorear con azúcar glass. Este último proceso no me venía en la receta original, pero así logré que se quedaran más blanditas.
Se pueden rellenar, con crema de limón, chocolate, crema pastelera o incluso dejarlas sin rellenar y servirlas por separado, pero así quedan muy vistosas y riquísimas.
Para la próxima vez las haré algo más finitas.
Bueno el olor que se quedó en toda la casa a vainilla.....¡mejor que cualquier ambientador!
¡Hala mujeres, animáos que seguro que os encantan!!